de Santa María de la Vega, Nuestra Señora de la Cabeza
Querido hermano:
Este es el día en el
que Cristo ha resucitado: sea nuestra alegría y nuestro gozo. Esta es la gran
noticia para la humanidad y es un motivo de alegría y esperanza para todos los
que creemos en Él.
Cristo resucitado vive
en medio de nosotros. Podemos reconocer su presencia entre nosotros con la
mirada de fe. Esta mirada de fe nace desde la experiencia de vida con Cristo. Sólo
con la fe se puede descubrir la novedad que trae Jesucristo con su
resurrección. Tener una mirada de fe nos hace hombres y mujeres esperanzadores
que confían en la posibilidad del ser humano de romper con todas las cadenas de
injusticia que encadenan a la humanidad. Tener la mirada de fe nos hace capaces
de descubrir en cada brazo solidario la presencia salvadora de Dios en nuestra
historia. Con la mirada de fe vemos el mundo con los ojos misericordiosos de
Dios nuestro Padre.
Creemos no sólo que
Jesús ha resucitado, sino que nosotros, sus seguidores, participamos en su
resurrección. Cristo resucitado vive en nosotros cuando somos capaces de
superar todos los obstáculos que nos impiden vivir el evangelio con
autenticidad. Cuando los demás pueden ver reflejado en nosotros el rostro
misericordioso de Dios. Cuando seguimos luchando por construir un mundo más
justo y fraterno aunque no veamos un resultado inmediato. Cuando abrimos
nuestros corazones al perdón y reconciliación, cuando servimos a los demás
desinteresadamente. En definitiva, cuando vivimos en el amor de Dios.
Pidamos la intercesión
de Santa María de la Vega. Ella nos enseña el gozo del encuentro con Cristo, el
amor con el que debemos mirarlo al pie de la cruz y el entusiasmo del corazón
joven con el que hemos de seguirlo durante toda nuestra vida.
¡Feliz
Pascua de Resurrección!