Muy Antigua y Venerable Hermandad de Gloria
de Santa María de la Vega, Nuestra Señora de la Cabeza
Meditando el evangelio (09-06-2013 –Lucas 7, 11-17-) ha venido a mi mente una serie de ideas como por
ejemplo: ¿cómo se sentirá una madre que
ha perdido a un hijo o a una hija ante estas dos narraciones en las que la
súplica o la acción directa de Jesucristo tiene una respuesta positiva?, ¿cómo
se sentirán las madres orantes en tantos hospitales del mundo cuando su súplica
“no es atendida”?.
Estas interrogantes no son más
que una muestra de mi ignorancia como
persona cristiana que justifican la necesidad
constante de formación.
He escuchado la
homilía-catequesis de nuestro párroco (como siempre magnífica) y sus
orientaciones me han llevado a buscar más información.
De toda esa información
consultada (diferentes homilías de hoy) me gustaría compartir con vosotros y
vosotras algunas ideas que me han llamado la atención, como por ejemplo:
- Es una pena que sigamos viendo el evangelio como una narración periodística de la época.
- No caemos en la cuenta que con nuestros ruegos o peticiones, muchas veces, intentamos a toda costa fabricarnos un Dios todopoderoso que acto seguido, ponemos a nuestro servicio. Él accederá a todo lo que le pidamos con tal de que nos comportemos como Él quiere.
- De alguna manera, la idea anterior es igual a la dinámica que tenían los hombres y mujeres del Paleolítico. Aplacar a Dios, tenerle contento porque de esa manera no empleará su omnipotencia contra nosotros, sino contra otros.
- Hay un dato en el relato muy interesante. Nadie le pide a Jesús que haga algo por la viuda. Es Él el que se siente movido por la compasión (le dio lástima). Este hecho nos hace comprender la calidad humana de Jesús que a su vez, es reflejo de lo que puede hacer el Dios que nos ha mostrado Jesucristo cuando actúe con nosotros.
- Nuevamente, la idea anterior lleva a pensar lo siguiente: la compasión es, para mí, la manera más certera de hablar de una verdadera humanidad. Se ha dicho muchas veces que el mensaje cristiano se resume en el amor. Creo que mucho más acertada podría ser la palabra compasión para hablar de la misma realidad.
- No son las carencias naturales (dolor, enfermedad, muerte) lo que nos impide ser felices. Es la actitud ante ellas lo que nos impide descubrir las inmensas posibilidades que todos tenemos a pesar de esas limitaciones. Solo si despliego esas posibilidades en mí, estaré preparado para ayudar a los demás a descubrir las suyas, a pesar de las limitaciones de cada persona.
Ante estas
consideraciones, las reflexiones leídas
plantean diferentes meditaciones. Un
ejemplo de ello son las siguientes:
La muerte no
es nada, las limitaciones son ausencia de ser.
Lo real es lo
que soy y puedo desplegar.
Si dejo de
pensar en mis carencias, me asombraré de la riqueza que tengo al alcance de la
mano.
….............
También en el
orden espiritual es verdad lo dicho.
Empeñarnos en
no tener fallos es frustrante, porque fallos los tendremos hasta la hora de
morir.
Fijémonos más en todo el bien que podemos hacer cada
día.
….............
Tampoco nos
dediquemos a mirar con lupa los fallos de los demás.
Todas las
personas son mucho más que esos fallos que podemos detectar en ellos y ellas.
Hacerles ver
lo bueno que hay en todo ser humano, puede animarles mucho más a ser mejores.