Festividad de la Virgen de la Cabeza

La festividad de la Virgen de la Cabeza no ha mantenido siempre en Churriana el mismo calendario, según las pesquisas que hemos realizado y lo que la documentación nos ha ofrecido. Hasta finales del siglo XVIII, en 1790, conocemos que la festividad se celebraba el último domingo de abril en la población con una procesión, a donde concurría gran cantidad de gente; pero en los años inmediatamente anteriores, por una decisión arzobispal, fue suspendida, de cuyo pesar el legajo de las constituciones, en su preámbulo inicial.

Tras una visita del arzobispo a la población y los requerimientos del párroco a instancias de la Hermandad, como veremos seguidamente, la celebración sería habilitada nuevamente trasladándose al Sábado de Ramos; a pesar de todo, pronto surgieron las dificultades entre los devotos, pues resultó imposible tal celebración al coincidir con las faenas y menesteres agrícolas de los vecinos; se observó, además, que se enfrió la devoción general y el culto y afluencia de personas que de todas partes concurrían a la celebración.Ante esta nueva situación, se pidió licencia al Arzobispado para celebrar la función en la iglesia parroquial el día que él lo tuviese a bien, no tratándose de los meses de recolección
El arzobispo contestaba el 10 de mayo de 1790 afirmativamente, para que se celebrase la función en la iglesia parroquial, disponiendo que a tal fin se trasladase la imagen allá el día anterior a la función, señalándose el día de la Santísima Trinidad para la misma festividad, y con la precisión para el párroco y beneficiado “que asistiesen con el mayor esmero y vigilancia para que no haya alborotos, embriagueces, festines ni escándalos, porque si esto aconteciese les apercibiremos que será recogida nuestra licencia y concesión, que hacemos solamente para honor de Dios y mayor culto de Nuestra Señora”
De lo que se puede deducir el origen del traslado de la imagen a la parroquia, y se infiere, además, la variabilidad de la fiesta en años pasados. Este documento reconoce también la protección de la Virgen de la Cabeza
Pero los problemas no terminaron, pues al año siguiente se realiza nueva petición de la Hermandad, por coincidir nuevamente, el día de la Santísima Trinidad por coincidir con las tareas veraniegas, por ello solicitaron que fuese ese año y en adelante todos los años en alguna festividad del mes de mayo, a lo que el arzobispo contesta afirmativamente y fija la celebración el último domingo del mes de mayo de cada año el 10 de mayo de 1791.
Será el 9 de Diciembre de 1790 cuando se elaboren nuevas constituciones para la Hermandad. El mismo día se dirige la Hermandad al arzobispo para su aprobación. Días después, tras el visto bueno del fiscal general D. Juan Moscoso y Peralta, el 18 de Diciembre, resuelve que: “condeno a los hermanos e individuos de la expresada Hermandad que al presente son y en adelante fuesen a la observancia de dichas constituciones, y admitiendo como admite estar bajo el amparo y protección de esta jurisdicción mando que las juntas de oficiales y cabildos que se celebren se presidan por el beneficiado de la misma iglesia, o en su ausencia por el cura de ella, devolviéndose las referidas constituciones para que formándose con ellas un libro con el resguardo correspondiente se custodien entre los demás papeles de dicha Hermandad, presentándose con las cuentas en las visitas para su debida inspección y reconocimiento”.
Transcurridos los años debieron quedar en el olvido las circunstancias anteriores, y es por ello que el día 12 de abril de 1819 el comisario de la Hermandad, Miguel Mejías, se dirige al cura de Churriana y le expone que era costumbre muy antigua celebrar el último domingo de abril una función de iglesia con procesión en obsequio de dicha Señora todos los años. Que dicha función se trasladó por orden del arzobispado anterior al de la fecha, al último domingo de mayo, lo que resultaba embarazoso por estar ocupados los ministros y músicos, ser los gastos mayores y estar la Hermandad con escasos recursos, por lo que se solicitaba hacerla en la fecha indicada para ese año y en los sucesivos.
El párroco comunica al arzobispo que no había dificultad, manifestando que no se ofrece reparo alguno en que la función de Nuestra Señora que se celebró muchos años en el último domingo del mes de mayo se transfiera al último domingo de este mes (abril). En consecuencia el arzobispo resuelve el 19 de abril de 1819: “concedemos licencia para que la función de Nuestra Señora de la Cabeza se celebre en el último domingo de este mes en la iglesia parroquial de Churriana, cuidando el cura de que la traslación de la Sagrada Imagen se efectúe con el decoro, circunspección y gravedad que corresponde"
En la actualidad, las fiestas patronales en honor de la Virgen de la Cabeza dan comienzo el 29 de Agosto con la procesión que lleva la imagen a la iglesia parroquial, donde se celebra la novena correspondiente, hasta el día de la festividad, el 8 de septiembre, cuando la imagen vuelve de nuevo a su ermita.
Parece claro que la festividad y su celebración debieron pasar por diversos altibajos en su organización en los siglos de historia que la sustentan. Pero los momentos principales siempre apuntan a dos hitos esenciales: la bajada de la imagen desde la ermita a la parroquia, la novena y finalmente la procesión de vuelta a su templo. Todos estos actos religiosos se fueron acompañando y amenizando de otros paralelos organizados unas veces por la propia hermandad y otras por el mismo ayuntamiento: castillo de fuego, juegos, concursos, bailes.
Es a partir de 1960 cuando bajo el mandato del alcalde D. José Calvo Manrique se enaltecen los actos festivos sobremanera por el empeño mostrado por el edil por conseguir unas fiestas grandes que promoviesen al mismo tiempo una gran feria de ganados en la Vega, en Churriana, siendo desde entonces cuando el municipio se hace patrocinador de la festividad, que mantiene la tradición religiosa con una mayor holgura económica para el regocijo de los vecinos.
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